En Tailandia, a unos 70 kilómetros al suroeste de Bangkok, existe un lugar que sorprende a todo el que lo visita: el Mercado de Maeklong, conocido también como el “Mercado del Tren” o “Talad Rom Hub”, que en tailandés significa “mercado de los toldos que se pliegan”.
Lo que lo hace único no son solo sus productos frescos o su ambiente local, sino el hecho de que un tren atraviesa el mercado varias veces al día, literalmente por el medio de los puestos de frutas, verduras, pescados y carnes.
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🚂 Una rutina milimétrica
Cuando se escucha el silbato del tren que se aproxima, los vendedores se mueven con una rapidez impresionante. En cuestión de segundos, recogen sus toldos, retiran las bandejas que invaden los rieles y esperan tranquilamente a que el tren pase rozando sus mercancías.
Apenas el último vagón desaparece, todo vuelve a la normalidad: los toldos se extienden otra vez, los productos regresan a su sitio, y el mercado continúa su bulliciosa rutina como si nada hubiera pasado.
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🧺 Un mercado con historia
El mercado de Maeklong tiene más de 100 años de historia. Fue establecido mucho antes de que existiera la vía férrea, cuando los comerciantes locales vendían productos frescos a la gente del pueblo.
En la década de 1900, se construyó la línea del tren que conectaba Samut Songkhram con Bangkok. En lugar de reubicar el mercado, los vendedores decidieron adaptarse, demostrando una mezcla de ingenio y paciencia típicamente tailandesa.
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📸 Un espectáculo turístico
Hoy en día, el lugar es una atracción turística muy popular. Cada día, cientos de visitantes llegan para presenciar el momento en que el tren pasa por el estrecho corredor del mercado.
Aunque para los locales es parte de su rutina diaria, para los turistas es una experiencia emocionante y hasta surrealista.
Eso sí: se recomienda mantener la distancia y respetar el espacio de los vendedores, que siguen trabajando como lo han hecho toda su vida.
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🕓 Horarios y consejos
El tren pasa varias veces al día, pero los horarios pueden variar. Lo mejor es llegar con antelación y situarse en un punto seguro para observar.
Si planeas visitar, combina la excursión con una parada en el cercano mercado flotante de Damnoen Saduak, otro ícono del turismo tailandés.
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🌺 Un símbolo de adaptación
El mercado de Maeklong es mucho más que una curiosidad turística: es una metáfora viva de la capacidad humana para adaptarse al cambio.
En un mundo donde todo parece moverse rápido, este pequeño mercado recuerda que la convivencia entre tradición y modernidad no solo es posible, sino también hermosa.
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