Las lluvias dejan sin clases a cientos de alumnos y preocupan a las familias.


Las alertas naranjas y rojas por la DANA han obligado a suspender las clases en varias localidades, dejando a muchos alumnos sin colegio durante varios días. Aunque la medida busca garantizar la seguridad, padres y madres muestran su preocupación por el retraso académico que puede generar y por las dificultades de conciliación que conlleva.

Cada vez que se activa una alerta, las familias deben reorganizarse a contrarreloj para encontrar quién cuide de los niños o faltar al trabajo, lo que afecta directamente a la economía familiar. “No todos podemos teletrabajar o pedir un día libre”, lamentan.

Los expertos advierten que, debido al cambio climático, este tipo de lluvias torrenciales serán cada vez más frecuentes. Ante ello, las familias piden al Gobierno y a las autoridades educativas una solución estable, como clases online o medidas de recuperación, para evitar que los alumnos de las zonas afectadas se queden atrás.

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